QUIJOTE


¿Cuántos libros de caballería
tengo que leer para volverme loco?
-El mundo de la cordura
es tan evidente-
¿Cuántas batallas debo librar
en nombre de una Dulcinea?
Porque todas las lides
que he enfrentado por amor
las he perdido.
El mundo me atosiga
encantado por el mago Freston.
La libertad se me ha extraviado.
El temor al qué dirán
es un combate perpetuo
con un Caballero de los Espejos
que no permite mi reflejo
al otro lado.
Mi reflejo en el espejo es la sociedad
y me da la espalda
tal vez avergonzado.
Por eso he decidido descolgar
mi espada de la pared,
ponerme mi armadura,
limpiar mi escudo
y salir por el mundo
montado en mi rocín
para desafiar gigantes,
conquistar ínsulas
y batirme en franca lid
con molinos de viento.
Mi espada, un lápiz.
Mi armadura, hojas de papel.
Mi escudo, letras.
Mi rocín, lomo de un libro.
La poesía será mi única locura
y cada poema

una batalla.

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