Una carrera a nombre de quién

Un apodo es un apelativo con el que se puede identificar a una persona, eso es bien sabido. La mayoría de las veces ese otro nombre es puesto por terceros debido a alguna muletilla o rasgo particular o a algún gusto personal. Otras veces es un autobautizo como el que usan algunos escritores y artistas y es conocido como seudónimo; o por un antisocial para esconder sus fechorías y pasar desapercibido ante la fuerza pública y otras “fuerzas” que tanto abundan en este país. Son los populares alias.
Aunque podría apostar que los sobrenombres son más utilizados por el gremio de los conductores y en Yarumal sí que abundan. Algunos apodos son tan populares que el nombre de pila no lo conoce sino la mujer y eso porque a hurtadillas sacó la cédula de la billetera el día que se le enredó ese billete de 50 mil que él creyó había botado donde El Aguapanelero. En esta columna sólo me referiré a algunos taxistas y eso que nada más a quienes laboran en el día. Y a usted que hace uso de sus servicios le cuento que:
- No le pregunte a Pángara (618) sobre el origen de su apodo, ni a Chemo (858). Ellos aún se lo están preguntando.
- Colt Silver fue el nombre del personaje principal de una serie de vaqueros de los setentas, sin embargo, Wilmar no elabora ni los “duelos” de sus amigos fallecidos. Eso sí, cuando enciende su 285 grita: ¡Arrrreee!
- Ni la mamá sabe si Bernardo (591) nació sietemesino, pero en su gremio se conoce con el dulce sobrenombre de Aborto.
- La frase preferida de Chespirito (727) cuando frena de “chanfle” frente a un peatón desprevenido es: “¡No contaban con mi astucia!”
- Si usted es de los que pone problema borracho, no le vaya a dar la rasca por montársele a Balín (251) o a Machetazo (855).
- Me perdonará el del 729 y ahí le dejamos a su esposa la inquietud si le dicen Zapatero porque ejerció esa digna profesión o porque le da una que otra vuelta a las “chachas”.
- ¿Será cierto que el del 582, Osama, le hizo un “atentado” a un par de “gemelas” de apellido “Torres”? (Dicen que la “avionada” no le salió porque el “motor” no le funcionó).
- Barrabás (592) aún se está cuestionando el porqué no hizo ni una sola carrera el Viernes santo.
- Omar, “El Cura” (968), no se confiesa desde que hizo la primera comunión. Sin embargo, cuando termina una carrera se despide de su cliente con la frase: «Podéis ir en paz».
- ¿Será verdad que en los taxis de Güelengue (935) y Mariguano (675) hay un letrero que dice: «PROHIBIDO FUMAR»?
- Ricardo Rabias –R.R.- (625) sólo tiene una forma de ser “paciente”: cuando está hospitalizado.
- Sepa usted que El Ñato (946) respira profundo cada que le dan una propina.
- Y El Costeño (512) cada que ralla el taxi, por no decir: «¡Me cagué en el carro! », exclama: «¡Eéttdaa! »
- Otra historia particular es ésta: Don R (853) le pidió el favor a Guillermina (623) que se fueran en El Burro (811) pa’ llegar más ligero que El Pájaro (972) donde Reblujo (876), quien por no bañarse a menudo, tiene la plaga de La Pulga (927), y así lavarle la ropa y secarle los Trapitos (605) al sol, pa’ que no sea H.P. ¡Perdón! Pa’ que no sea Chepe (899) quien lo bañe primero.

LA ENCIMITA. El miércoles en la noche me topé con Jorge Betancourt y me preguntó si yo sabía por qué en las sesiones del jueves los concejales iban a ir con tapabocas. Al responderle que no estaba enterado agregó:
- Porque no tienen nada más qué decir…

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