El cambio está en el Boto en Vlanco

Ahora sí empezó en serio nuestra campaña. Y más cuando contamos con el aval del Movimiento Telúrico y la adhesión del Partido Daltónico Político. Nuestros asesores nos han sugerido que inventemos una estrategia creible de cambio. Todos los candidatos hablan de cambio cada que hay elecciones. Entonces nos ideamos uno muy novedoso en nuestra campaña para el Voto en Blanco: cambiar la "B" con la "V". ¿No les parece más novedoso que el de las otras campañas? Sí. Cambiar la "B" de burro, porque así quedamos todos los yarumaleños, orejones, cuando elegimos de corazón y no de razón. Los pueblos tenemos los gobernantes que nos merecemos, entonces, ¿de quién es la culpa? La culpa es de la vaca. Y vaca, como nos lo enseñaron en la escuelita de doña Inés, se escribe con "V". Ese es nuestro verdadero cambio en el proyecto Voto en Blanco: en lugar de la "V" de voto poner la "B" de burro, así le recordamos que no puede ser pendejo para dejarse engañar otra vez por discursos subidos de tono o que buscan compasión, y en el lugar de la "B" de blanco, poner la "V" de vaca, para recordarle que el único culpable de que un candidato sume un voto es Usted.
Hemos visto cómo algunos candidatos se acomodan con intereses personales a cualquier campaña, son de todos los partidos (como el borracho en medio de faldas, que mete la mano en cualquier partido); nosotros hemos decidido no pertenecer a ninguno porque no somos burros, no seremos vacas (entiéndase que como no somos bobitos, no nos arrepentiremos). Votaremos en blanco. Vemos cómo el discurso de los candidatos es el mismo: el cambio. Parece que no conocieran otros sinónimos. Nosotros hablamos de "modificar", porque no somos burros, no seremos vacas. Votaremos en blanco. Al votar en blanco no estaremos demostrando que el candidato no nos guste, sino lo que representan, la gente que los rodea, sus antecedentes, sus antecesores, sus intereses. Al votar en blanco, votamos por nosotros mismos. Otra cosa buena que tiene es que así se queda bien con todo el mundo. Usted puede compartir tranquilo un café con integrantes de cualquier campaña sin "temor a que lo pillen" y le digan torcido. El voto en blanco es la opción de los descontentos, de los engañados, de quienes aun piensan que todos los alcaldes roban y que eso es normal, y de quienes expresan resignadamente de "que gane el menos malo".
El voto en blanco es una forma de participación electoral (Constitución Nacional, art. 258), aunque si este llega a ser mayoría la elección debe repetirse pero por una sola vez. Además, es una herramienta válida "dotada de capacidad jurídica", diferente a los nulos o la abstención (abstinencia, diría una amiga mía). El voto nulo o inválido no es tenido en cuenta para el conteo de votos y no es interpretado como una señal de rechazo y rebeldía. La abstención no tiene ningún efecto político. Con el voto en blanco censuramos a las organizaciones políticas que han llevado a Yarumal a la crisis y como ya no somos burros, no seremos vacas. El verdadero cambio político en nuestro pueblo está en el Boto en Vlanco. No somos burros, no seremos vacas.
Lástima que si ganamos habrá otra vez elecciones atípicas y eso vale otra platica para el Estado, la que sacan luego del bolsillo de nosotros y lo único que lograremos es que quienes están de candidatos no participen en las siguientes elecciones, pero sus partidos siguen, y volverán a postular sus marionetas hasta que alguno, al final, quede de alcalde. Mientras tanto el pueblo se desangra y buscarán un culpable y nos señalarán a nosotros, los integrantes del Partido Daltónico y del Movimiento Telúrico, quienes diremos mientras nos encogemos de hombros: la culpa no es mía, la culpa es de la vaca.

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