Colombia es una fábula

Los micos se pusieron de moda con el escándalo del Congreso. Que yo no fui, que esos artículos de la reforma se colaron a última hora, que todo se hizo a mis espaldas. Nuestros amados padres de la patria, con Presidente a bordo se ingeniaron una forma bastante original de ganarse el desprecio del pueblo (dejándose pillar ipso facto) y qué disculpa tan particular de salir al paso haciendo referencia a ese animal inquieto, el mico, al cual ellos se parecen tanto en la habilidad de hacer diabluras en una rama: la judicial. Esa es sólo una de las metáforas que usamos para referirnos a nuestras debilidades, comparándolas con cualidades animales. Aun recordamos la ocasión aquella cuando hicimos el “oso” en la dramatización de la clase de español porque se olvidó el libreto. O la “perra” vergonzosa en la fiesta. Que levante la mano quien no tenga una “culebra” o el que no haya hecho “conejo” a una deuda y estratégicamente se camufló como “camaleón” entre la gente o dio la vuelta por la otra esquina o cambió de sim card para evitar el cobro. O díganme si no conocen a alguien “pavo real” por ser orgulloso y marquillero. ¿Recuerdan el sigiloso “elefante” cínico de Samper? Pero volviendo al tema político de moda, sólo nos queda pensar, con la sabiduría del “búho”, cómo es que vamos a exigirle a los “delfines” que nos gobiernan que se desmovilicen. ¿Cómo le hacemos para que el pueblo entienda que las leyes de los legisladores son su crimen y que el castigo es el voto? Hasta que conocimos los “roedores” en sus madrigueras, aquellos que se han robado el queso de nuestra gente cuando aparecen en campaña como “lagartos” con el discurso de honestidad y transparencia de siempre, dividiendo el pueblo y generando que nos disparemos desde nuestras propias trincheras. Llegó la hora, mi gente de a pie, de dejar de “rebuznar” y llenarnos de valor ¡Por las “ratas” ni un voto! Por eso necesitamos un valiente de este pueblo, de esta región, alguien que conozcamos bien, que no sea impuesto por otros ni por campaña alguna, para que nos represente, al menos, en la Cámara de representantes. Alguien que le duela esta región y trabaje a lo “mula” por ella, con una hoja de vida limpia, del partido o movimiento político que sea, ¡alguien nuevo! No queremos esos señores que están actualmente en el Congreso, quienes han heredado los votos de sus familias ¡a ninguno! Necesitamos gente nueva, gente de aquí. Este tema ya se ha tocado antes, pero ya es el momento. Amigos dirigentes de nuestra región, de nuestro pueblo querido, pónganse de acuerdo, a ver qué “pato” se atreve.

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