SALIR DEL CLOSET.

El gran destape de personalidades de la televisión, cosa que ahora vemos “natural”, está causando que se tome como normal que una presentadora de noticias aparezca empelota en las revistas; la popular palabra utilizada por Juanes para referirse a algo sensacional ya no es una grosería porque “si Juanes lo dice” y los medios lo publican como una maravilla, ha causado que uno, como padre de familia, sea tomado de anticuado cuando se llama la atención de un hijo por una vulgaridad. 



Ya ni güevón, ni chimba, ni gonorrea, ni marica, son palabras soeces porque se escuchan seguido en series como la popular Escobar, el patrón del mal y esas otras barbaridades sobre narcos que a la gente tanto le llaman la atención y que los adultos ven al lado de sus “inocentes” hijos. 

Lo anterior es relativamente normal en esta época. Otra cosa que ya no es tan raro es ver los hombres que salieron del clóset (Ricky Martin, Miguel Bosé, entre otros cara de machotes). Se les puede ver tranquilamente sin tanto prejuicio porque los mismos medios de comunicación han educado las personas para que la homosexualidad sea “una forma más de vivir la sexualidad”. 

Me contaba una amiga lo que sucedió en la puerta de su casa: a tardes horas de la noche, la despertaron dos tipos, uno de los cuales le decía al otro que “sacara la pipa” y al rato el otro gritaba “¡no más!”. Un vecino llamó a la policía para que ahuyentara de su vecindario esta romántica escena de amor. 

Cuando me contó este "cacharro" al día siguiente del amoroso suceso yo sonreí y simplemente pensé en un proverbio africano que dice: “quien se traga un coco confía en su ano”. Y es que los hombres salieron del clóset hace un rato en nuestro municipio. No tengo nada contra eso. Nada de raro. Lo que sí me dejó pasmado hace poco a eso de las 4:30 de la tarde fue ver dos jovencitas hermosísimas en una actitud romántica, acomodadas en una de las bancas que están ubicadas junto el quiosco del parque


Las mujeres han sido más recatadas al respecto y estas dos niñas acicalaban sus cabellos en un ritual parecido al de las palomas enamoradas que observaban. Me pregunté, entonces, de dónde venía esa frase que pusieron de moda los actores de la novela Aquí no hay quién viva: salir del clóset. Y en internet encontré algunas posibles explicaciones que les resumiré en seguida. 

Parece ser que algunos gays se escondieron, por obvias razones en los escaparates y como sufrían claustrofobia, se ahogaban con el pedazo de tufo que hecha la naftalina y la mayoría se tropezaron y se les abrió la puerta sin querer.

Total, que empezaron a salir de su escondite y así fue como la gente empezó a decir aquello de “¿Yo homófobo/a? Pero sí tengo un amigo gay que es supersimpático”, con cara de sonrisa forzada y mirando a derecha e izquierda en el típico momento cuidado-están-entre-nosotros. 

Otra idea es que los homosexuales, al no poder salir a la luz pública, se casaban y tenían vidas heterosexuales pero también amantes homosexuales y cuando casi los pillaban con las manos en la masa (ya le dicen masa) el marido o la mujer de alguno de ellos, el amante se metía en el armario y seguramente pescaron a uno que otro de los amantes homosexuales...y así fue como se quedó el dicho "salir del armario" para nosotros. 

Existe otra tesis que asegura que la expresión es una metáfora. El "closet" (gabinete o armario) era el lugar en el que se guardaba, entre otras cosas, la ropa interior y por pudor nunca era revisado por nadie más que su propietario lo que lo convirtió en el lugar ideal para esconder y guardar secretos (cartas de amor, diarios, obsequios, etc); es así como mantener algo en el closet significaba conservarlo en secreto o "guardar un secreto"

El homosexual, más que guardar un simple secreto, se guardaba a sí mismo y a su propia personalidad y orientación en secreto, de ahí que al hecho de exponerse públicamente se ha denominado como "salir del closet" (salir del secreto). "Salir del armario" es la derivación lógica de esa expresión original. De esto que sigue no estoy muy seguro, pero otra pista de su origen podría estar en el término "closet", fonéticamente similar a "closed" (cerrado, bajo llave) metáfora común entre angloparlantes para referirse al compromiso de guardar un secreto; todos conocemos el significado del gesto de cerrarse los labios con llave y luego arrojarla. 

En resumidas cuentas, así como la guerra la vemos como algo cotidiano en nuestro país debido más que todo a las noticias en los medios de comunicación, pongo por encima la televisión, otras actividades, antes vetadas para la mayoría, se van convirtiendo en habituales y generan nuevas percepciones en la cultura. Así es que debemos estar preparados para no tenernos que esconder en el clóset cuando nos persiga el cambio y no queramos aceptarlo.


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