Libertad de perfumes
Exhalan las montañas de Epifanio.
Y los hijos de esta tierra
aspiran las esencias de sus versos,
aman la libertad del sol
y el cantar de los huracanes
en las sierras.
El hacha de los abuelos
todavía la llevan los arrieros
en el carriel de los recuerdos.
Entonemos un himno
a la mirada triste
del Cantor de la Libertad.
Hagamos un poema
a sus barbas,
alabemos su locura,
y dancemos al compás
de sus estrofas,
porque el poeta no ha muerto.
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