Al capitán de nuestros ojos

A Eric García Hoyos 

Es más fácil Para quien espera el viento. El cordel, umbilical, Une la cometa a su dueño y cuando no se rompe, se enreda en los helechos. Yo esperaba que volaras lejos, Pero no ahora En el mes de las cometas. Vete al viento. Te enseñé a disfrutar la libertad. Navega entre los aires, Te enseñé a ser Tu propio capitán, Pero tú llevas el rumbo, Te vas. Yo que nací en un naufragio Tengo nada más para decirte Que no confíes de tu brújula, Es mejor esperar a las estrellas. Yo que anduve tanto Por áridos caminos Caí varias veces Confiado en mi bastón. No te fíes de él, también es débil, como los amigos. El viento infla las velas De tu barco. Recuerda el rumbo Y confía en las estrellas. En esta playa oscura Quedamos nosotros, capitán. Recuerda volver por los tesoros Que juntos guardamos, En secreto. Son nuestra riqueza. No olvides el mapa De lo que soñaste. Se pierde el rumbo Sin las coordenadas adecuadas. En él está éste, tu sitio. Aprende de la gente De otros territorios, Hasta del ignorante. El lleva En su bitácora Historias para aprender. Sé amigo de todo el mundo, Hasta de quienes no te quieran. Si te odian, Que te respeten; Convierte un dejo de desdén En admiración. Es mejor Un no amado Que un detestado. Eres culpable de tus actos, Pero recuerda que La culpa Es la que hace el nudo de la horca. Por eso cuando hables de alguien, O hablas bien de esa persona O callas. El silencio es cómplice De la sabiduría. No olvides a quienes Te enseñaron a capitanear, A buscar tu rumbo. En cada puerto que aparques Deja la bandera de la enseñanza de tus viejos. Nosotros sólo queremos Lo mejor para vos. Y no olvides Que tú no elegiste vivir. Pero ya que estás aquí, En el universo, Tienes la potestad De ser feliz. Con cariño, Tu familia.

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