Don Nega Franco


Me encontré el domingo con Don Nega en el atrio de la iglesia, creí que salía de misa de doce. Supuse que debía estar confesándose aunque a este personaje no le debe gustar el cielo; tal vez sospeche que allí se encuentra con Miguel Ángel Builes. Pensé que un tipo como este va a una misa es a criticar de la gente, a burlarse  de los gritos del padre y a ver si la paloma aquella hace caca en la pila bautismal. Pero no, Don Nega es un tipo religioso aunque no se sepa el credo, las bien aventuranzas, ni los sacramentos. Cuando niño odió el padre Astete (el del catesismo) porque le hizo reprobar la primera comunión y cuenta que la migraña social que mantiene se la causó el agua bendita el día de su bautizo. Asegura que no se va casar para no adelantar la extremaunción. Por lo demás es católico.
   Don Nega es un tipo normal de 1,75 m. de estatura, trigueño, y aunque lo imaginaba con bozo es más lampiño que un bombillo. Siempre usa gorra deportiva y así no le haya preguntado lo sospecho calvo en la coronilla. Siempre llega tarde a los actos públicos para no quitarse la gorra en los himnos. Llegué a la conclusión de que no debía haber estado en misa ese domingo, no creo que vaya, para no dejar su cabeza desnuda, su calva sufre de pudor. O lo esconda bajo su gorra, como la ex senadora Piedad Córdoba que dicen que guarda bajo su turbante varias granadas.
   Debido a que le dan culillo las demandas no volvió a mencionar nombres propios en sus denuncias públicas, es decir, este personaje es un pasquín viviente que quién sabe hasta cuándo seguirá manifestendo su opinión en las mañanas ya que las sesiones del Concejo tiene receso hasta noviembre y el honorable es su mayor inspiración, por lo demás no tendrá dificultades, siempre habrán animales que saquen sus perros a cagar y no limpien, siempre habrán basuras que tiren papeles en las calles y en la capital de la rumba no faltarán los borrachos que se gastan el asistencialismo estatal de Familias en Acción y le den de beber al sediento… menor de edad.

   Don Nega es un tipo diferente, por eso viste igual a todos: pantalón vaquero, camiseta y tenis. No tiene señales faciales que lo diferencien de los demás y dicen que tiene un tatuaje que sí lo hace único: una reproducción de El grito de Munch en sus glúteos. Mejor dicho, este personaje que nos roba una sonrisa cada que llama a Cerro Azúl es una persona común y corriente como usted o como yo, que opina de lo malo como usted o como yo, que se la pasa criticando de todo lo que hace la administración como usted o como yo, que para escandalizarse con lo de los demás sólo le basta mirarse el grito mordaz en su trasero ante el espejo, como usted o como yo, porque todos llevamos el mismo tatuaje. ¿No me cree? Pregúntele a su espejo.

Comentarios