A propósito de que esta semana se inició la convocatoria para el Segundo concurso municipal de
cuento “Letras al viento”, les comparto tres intentos de relatos breves:
DOSIS DE SUPERACIÓN PERSONAL
¡Puedes renunciar a
la libertad, pero no a tus sueños! ¡Puedes no volar, pero sí vivir! ¡Has
renunciado a ti muchas veces! ¡En este momento, disfrútate! ¡Vuela hoy! ¡No
esperes a mañana! ¡No esperes que amanezca! ¡Vívete! Sólo existe un tiempo: ¡el
ahora! Sólo hay un momento: ¡éste! Sólo hay un intento: ¡ya!
Sin vacilar más, después
de las emotivas palabras que recordó de ese libro de superación al que llamaban best seller,
saltó del avión y el paracaídas no se abrió…
¡ÚLTIMO MINUTO!
Murió el reloj. Su palpitar ya no se escucha. Un infarto en
su pila ocasionó su marcha. A la espera de un trasplante su dueño impaciente lo
mira en la pared. El fallecido indicó su deceso: dos cuarenta y siete de la
mañana. Qué nostalgia, también a los relojes les llega su hora.
MANJAR PROHIBIDO
Desde el campanario
de la iglesia un gallinazo observa hambriento cómo se asesinan los habitantes
del pueblo.
Al regresar a las
montañas hace un rito a un cadáver y entre cada bocado recuerda con nostalgia
el sonar de las campana que anunciaban a entierro y las prohibidas bóvedas del
cementerio.
Mientras traga otra
porción de su manjar añejo escucha un tiro en la dirección al pueblo y piensa:
“¡Otro desperdicio!”.
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